..y aquellos sencillos mortales muchas veces muestran erróneamente sus secretos, que siguen siéndolo, para "esos" que jamás los comprenden y abusan de lo considerado. Es como meter la mano en el bolsillo ajeno y creer que es un volante; el cual debemos manejar.
No más.
Los bolsillos, aun vacíos, suelen estar llenos de sorpresas.
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