es la noche. En la espera, una muchacha con un bebé llorando de hambre. A metros, una vendedora ambulante pareciendo especialista en pan relleno.
Entrego pan. El bebé cesa de llorar.
Al rato,
tiene una moneda señorita?
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------
es el día. En el viaje, a mi lado está sentada una madre cuidando a sus hijos tomándose el café del micro de larga distancia. Nos reímos de lo feo que está.
me inclino a mirar a través de la ventana, típica costumbre del viajante que ni bien se deja llevar por el movimiento del paisaje, comienza a carburar millones de cosas en su mente.
Me interrumpe el pensamiento un pedazo de pan casero a mi derecha, sostenido por un nene de aproximadamente 7 años. Me lo entrega. La miro a la mamá quien sonríe tímidamente. Y yo sonrío durante el resto del viaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario