Dejar de lado la imaginación. Pisando la intuición como este pie sobre mi pecho.
El esfuerzo de mi mente que cree saber qué hacer con mis emociones. Lo que no se planifica se me va de las manos y se rompe como un cristal. Si no me lastimo, te lastimo...injustamente.
No sé si quiera seguir jugando al plan pero tampoco sé si quiera tirarme al vacío porque tampoco sé cómo se hace... porque no lo planifiqué.
Ya no es agua, es vacío y no sé volar en él.
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