domingo, 10 de junio de 2012

"Y así me escondo detrás de la puerta, para que la Realidad, cuando entra, no me vea. Me escondo debajo de la mesa, donde súbitamente le pego sustos a la Posibilidad. De modo que me despego de mí como a dos brazos de un abrazo, los dos grandes tedios que me aprietan -el tedio de poder vivir sólo lo Real, el tedio de poder concebir sólo lo Posible. Triunfo así de toda realidad. ¿Castillos de arena, mis triunfos?... ¿De qué cosa esencialmente divina son los castillos que no son de arena? ¿Cómo sabéis que viajando así no me he seguido oscuramente? Infantil de absurdo, revivo mi niñez, y /juego con las ideas de las cosas como soldados de plomo, con los cuales, de niño hacía cosas que se anticipaban con la idea de soldado./ Ebrio de errores, me pierdo por unos momentos de sentirme."

(31. Viaje nunca hecho. F.Pessoa.)

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