miércoles, 28 de mayo de 2014

me encuentro hablando conmigo por las calles de Buenos Aires, contaminando más que el smog que nos rodea en pleno microcentro sobre la visibilidad que tenemos y las variantes maneras de expresión frente a lo que nos genera miedo, frente a la muchedumbre que no ve o no quiere ver, frente al EGO, a la ambición, y a toda esa energía oscura que retroalimentamos con pasión. La intolerancia con la ansiedad, el enojo, la molestia y todas esas cosas que quiero anular, nos rodea constantemente y aún peor, en forma de ser "humano". Lo sano no existe sin lo enfermo.

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